Cómo fortalecer nuestro sistema inmune con una alimentación saludable

La refrigeradora es nuestra mejor farmacia. Aquí una rápida lista de los alimentos que debemos consumir para protegernos de las enfermedades

El sistema inmunitario tiene la función de protegernos de organismos patógenos como bacterias, virus, hongos y parásitos, creando una barrera para evitar el ingreso de estas amenazas.

La alimentación es clave para que nuestro sistema inmune trabaje adecuadamente para recuperarnos de un contagio como el de la COVID-19.

El sistema inmunitario siempre se encuentra activo y vigilante; sin embargo, ante una infección va a aumentar su actividad. Este aumento de actividad va acompañado de una mayor necesidad de energía y de elementos reguladores que son derivados de la dieta, por lo que es necesario que nuestra alimentación nos brinde toda la gama de nutrientes esenciales para ayudar a nuestro sistema inmunitario a funcionar de manera óptima.

La MSc Claudia Rodríguez Lozada, docente de la Carrera de Nutrición y Dietética de la USIL, nos brinda algunas recomendaciones que nos ayudarán a subir nuestras defensas:

  • Consumir vitaminas A, C, D y E: nos protegen de las infecciones, estimulan la maduración de las células inmunes, protegen nuestros tejidos y órganos del daño que causa la oxidación, la contaminación o la radiación solar, etc. Además, participan en el proceso de formación de las células inmunitarias y glóbulos rojos.
  • Complejo B: incrementa la energía celular, contribuye a la prevención de la anemia perniciosa, debido a que ayuda al cuerpo a producir nuevos glóbulos rojos, que transportan oxígeno por todo el cuerpo.
  • Ácidos grasos Omega-3: previenen enfermedades cardiovasculares y ayudan en la salud del corazón; además, evitan la inflamación y aumentan el colesterol bueno. El cuerpo no los produce de forma natural, pero se encuentran en alimentos como pescados, mariscos, palta, aceite de oliva, nueces y semillas.
  • Minerales como el zinc y el selenio: han demostrado ser clave para apoyar el sistema inmunológico, pues producen nuevas células inmunes y fortalecen la respuesta a las infecciones.

Es prudente que consumamos cantidades suficientes de nutrientes esenciales para ayudar a nuestro sistema de defensa.

No obstante, la interacción entre nutrición e inmunidad es aún más compleja. No solo depende de lo que consumimos en un momento, sino del estado nutricional de cada persona, que es resultado de los hábitos alimentarios de mucho tiempo atrás.

Por ello es fundamental adoptar un régimen de alimentación saludable en todas las etapas de vida para protegernos de estas amenazas latentes, y mucho más en este momento de nuestra vida en la que nos encontramos luchando contra la COVID-19.