Las emociones: El motor de nuestra vida

Debido a la pandemia de la COVID-19 nuestra salud mental se ha visto muy afectada, y nuestras emociones no son ajenas a ello.

El primer paso para “entrenarnos” en emociones, es identificarlas y nombrarlas.

Las emociones son reacciones que se manifiestan en nuestro cuerpo y mente ante una situación dada y están influenciadas por nuestras experiencias y aprendizajes. Son útiles porque nos ayudan a identificar lo que necesitamos para la supervivencia.

Por ejemplo:

  • Sentir alegría nos permite disfrutar de gozo y bienestar como resultado de un acontecimiento positivo.
  • Sentir miedo nos ayuda a estar alertas ante el peligro.
  • Sentir enojo nos permite reconocer algo que no nos gusta o nos afecta.

Ocultar, no aceptar ni reconocer nuestras emociones puede traer consecuencias para nuestra salud, por lo cual, el primer paso para “entrenarnos” en emociones, es identificarlas y nombrarlas.

En este artículo queremos mostrarte una serie de estrategias que podemos aplicar en nuestro día a día:

  • Amplía tu repertorio verbal: hay muchas más emociones además de la tristeza, la cólera, la alegría o el miedo. Conocer más de ellas, nos puede ayudar a entender mejor lo que estamos viviendo.
  • Lleva un diario: de mínimo una semana completa con el registro de cómo nos hemos sentido durante el día puede ser una estrategia muy útil. Con el tiempo podremos darnos cuenta qué emociones solemos experimentar frente a ciertas situaciones.
  • Compártelas: cuando las decimos en voz alta a otros, nos permite analizarlas de manera diferente, incluso nos pueden dar mayor claridad de que estamos sintiendo y disminuirlo en intensidad.
  • Medita o respira: calma la mente y da claridad. Necesitamos como mínimo 5 a 10 minutos al día, darnos una pausa para simplemente respirar enfocarnos en el presente y continuar nuestro día con mayor sentido.
  • Cuestiónate: Antes de realizar cualquier acción ponerse a pensar ¿Qué es lo que realmente estoy sintiendo? ¿Qué emoción es? Cuándo me siento así, ¿qué idea pasa por mi cabeza? ¿Me funciona pensar así? Cuando he pensado así, ¿cómo me ha ido?.
  • Conócete: ¿Qué me gusta? ¿Qué no me gusta? Practícalo. Mientras más nos conozcamos, más nos ayudará a identificar nuestras emociones.

Esperamos que estos consejos te ayuden a reconocer, enfrentar y dominar tus emociones.