

Cuando hablamos de los celos una de las primeras cosas que se nos viene a la mente es que están relacionados de alguna u otra manera con el amor en la relación de pareja, pero ¿los celos solo se dan en este contexto?
¿Quién no habrá escuchado, observado o pasado por una situación en la cual llegó a experimentar celos? Y es que, esta emoción se puede llegar a sentir en la familia (por ejemplo, cuando le prestan más atención a mi hermano) en la escuela (p.e. cuando veo a mi mejor amiga hablando con otra persona) e incluso en el trabajo (cuando mis compañeros reconocen el buen trabajo de otro en algo que yo suelo hacer); sin embargo, es cierto que quizás el contexto en el cual su aparición ha sido más estudiada es en el ámbito de las relaciones sentimentales.
Usualmente se ha creído que en las relaciones de pareja cuando uno de los miembros celaba al otro lo que estaba haciendo era demostrar cuánto lo quería, dando una señal de amor puro e intenso; no obstante, esto difiere de la realidad. Aunque nos cueste creer, esto no es más que un mito del amor romántico, puesto que los celos no son sinónimo de amor.
Eso sí, el hecho de que uno lo llegue a experimentar no significará que su presencia va a contribuir a fortalecer la relación de pareja, pero tampoco que el haberlo sentido en algún momento va a condenar a mi relación y marcarla como no saludable.
¿Qué son los celos?
Debemos entender que los celos son una emoción natural y compleja que todos los seres humanos podemos experimentar y que como tal no es buena ni mala. Además, cumple una función: brindarnos una alerta de que una relación u objeto muy importante y querido en nuestra vida está en peligro de dañarse o perderse.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta señal de alerta puede aparecer ya sea cuando la situación o evento que lo desencadena se contrasta con los hechos (p.e. cuando observas que tu pareja recibe un regalo, con una dedicatoria cariñosa, proveniente de su expareja), pero también cuando la situación o evento no se ajusta a la realidad (p.e. cuando la pareja sale con un amigo, que a veces no conteste el teléfono, etc.)
Entonces, ¿cuándo los celos comienzan a afectar mi relación?
En una relación de pareja es normal que quizás en algún momento uno de los miembros haya sentido celos, pero que luego de haberlo experimentado actuó adaptativamente (es decir, entendió el contexto en el que se dio la emoción y la reacción no fue desproporcionada) y la confianza no se vio perjudicada.
Por otro lado, cuando esta emoción comienza a presentarse ante escenarios poco realistas, a experimentarse de forma recurrente, con una intensidad que se incrementa cada vez más y va acompañada de un aumento del sentimiento de miedo de pérdida, sensaciones de inseguridad y comportamientos que empujan a actuar de una manera impulsiva, podemos indicar que los celos van en camino a convertirse en algo patológico y que cada vez más nos alejarán de una relación de pareja saludable.
Por ello, es importante que podamos tener en cuenta las siguientes recomendaciones para construir una relación saludable y ver si los celos experimentados se ajustan a la realidad:
Bibliografía: