Los videojuegos: ¿Son malos para la salud mental?

Durante mucho tiempo ha existido la idea de que jugar videojuegos tiene un impacto negativo directo en la salud mental de los niños, niñas y adolescentes, convirtiéndolos en seres humanos insensibles, agresivos, que ven disminuidas sus capacidades intelectuales y habilidades sociales. No obstante, ¿todo lo que se suele decir de los videojuegos es realmente cierto?, ¿los videojuegos son realmente malos? 

Los videojuegos son una actividad de ocio muy común en estos días, más de lo que eran hace un par de décadas atrás, y que debido a la pandemia han experimentado un auge en su consumo. Esto no solo llevó a que dicha industria creciera y se expandiera, sino que contribuyó a que poco a poco se rompieran algunos mitos que estaban asociados a esta, como, por ejemplo, que solo los hombres son quienes consumen videojuegos.

Así como hubo un crecimiento en su consumo, también hubo un aumento de las preocupaciones sobre los posibles efectos que estos pueden tener en la salud y sobre la posibilidad de que se pueda llegar a una adicción.

Videojuegos: ¿Factores de riesgo o protección?

Muchas veces se cree que el solo hecho de jugar videojuegos llevará a que se generen problemas o se desarrolle una conducta adictiva. Aunque es verdad que un consumo excesivo puede ser un factor de riesgo, el tiempo que se le dedica no es el único factor que se debe de tomar en cuenta para catalogarlo como algo que será perjudicial.

Conocer las razones del porqué se invierte tanto tiempo en dicha actividad, las recompensas que se obtienen al practicarla, las características propias de la personalidad, el ambiente en el cual se encuentra la persona, si su práctica está afectando a otras áreas vitales, entre otros, son aspectos igual de importantes para entender el posible impacto que podrían tener.  

Así como diversas investigaciones se han centrado en identificar los posibles riesgos del consumo de los videojuegos en la salud mental de las personas, es importante también observar y considerar lo beneficioso que estos podrían ser para un buen funcionamiento psicológico y social.

En los últimos años se ha encontrado que los videojuegos pueden ser una poderosa herramienta para el aprendizaje y desarrollo de habilidades, así como que su contenido no tiene por qué ser sinónimo de afectación a la salud mental, tal como se evidenció en un estudio realizado el 2020 por investigadores de Singapur y Estados Unidos.

Muy por el contrario, en diversas investigaciones se ha podido observar que a través de los videojuegos se pueden trabajar las habilidades perceptuales, la atención visual y las habilidades espaciales; asimismo, estos pueden contribuir a desarrollar habilidades necesarias para desenvolverse en campos específicos de una profesión o servir de entrenamiento para potenciar dichas habilidades, tal como es empleado por el Cuerpo de Marina de los Estados Unidos de América; e inclusive pueden servir para el tratamiento y rehabilitación de casos clínicos como se emplea en los campos de la terapia ocupacional, rehabilitación física o tratamientos contra el cáncer.

Aunque pueda ser difícil de creer, la evolución de los videojuegos contribuye a que las personas desarrollen y mejoren sus habilidades sociales e incluso su capacidad física, debido a que actualmente, además de ser más cooperativos, incentivan el desarrollo de la capacidad de comunicación, existiendo incluso videojuegos diseñados para incentivar la actividad física y la práctica del deporte.

Aunque la preocupación por el consumo de videojuegos es comprensible y, en definitiva, un uso excesivo puede llegar a ser perjudicial, es importante que no perdamos de vista que por sí solo los videojuegos no son inherentemente malos, y que un uso responsable y moderado puede traer beneficios a la vida de las personas.

Sin embargo, si su uso no es el adecuado y trae problemas en la vida de la persona y su entorno, lo más recomendable es contar con el apoyo de un profesional de la salud mental, quien nos guiará para hacerle frente a esta situación.

Bibliografía

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