Saliendo de mi zona de confort

¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida hemos tenido la intención de comenzar algo nuevo, probar algo diferente o hacer algo que deseamos mucho?, ¿cuántas veces hemos dicho “ahora si lo voy a hacer”? Y al final, cuando llegaba el momento de llevarlo a la acción, la incertidumbre, el miedo, la ansiedad, entre otros, predominaron y no lo llegábamos a realizar.

La verdad es que muchos de nosotros nos hemos acostumbrado a permanecer en nuestra zona segura, nuestra zona de confort, en donde sabemos más o menos de antemano qué es lo que podría pasar, qué cosas hacer y qué cosas no.

Zona de confort: ¿Seguridad o resignación?

El tener un espacio seguro no debería entenderse como algo necesariamente malo, antes bien nos dice que nuestras necesidades, hasta cierto punto, están siendo satisfechas; sin embargo, cuando esta seguridad se convierte en una rutina o costumbre que no aporta valor significativo a nuestra vida comenzamos a experimentar un conflicto personal que es necesario abordar a fin de no estancarnos, y seguir creciendo.

Y es que el mantenernos en nuestra “zona de confort” puede incluso poner en riesgo nuestra salud y bienestar, nos puede llevar a que nos quedemos en un trabajo que no nos gusta, a mantenernos en una relación de pareja conflictiva, estudiar cosas que no nos gustan, entre otros.

Creciendo fuera de mi zona

El salir de nuestra zona de confort puede ser una tarea bastante difícil, pero el hacerlo nos permitirá poder adentrarnos a nuestra zona de crecimiento; es decir, nos permitirá vivir nuevas experiencias, enriquecer nuestra vida, descubrir de lo que somos capaces y alcanzar nuestras metas.

Asimismo, nos ayudará a desarrollar habilidades como la resiliencia, tolerancia a la frustración, aumentará nuestra sensación de logro y autoeficacia, y contribuirá a mejorar nuestro estado de ánimo.

Por ello, compartimos algunas recomendaciones para poder dar el primer paso para salir de tu zona de confort:

  • Ten presente lo importante en tu vida: Pregúntate cuál es la dirección en la que quieres mover tu vida y si estás caminando en esa dirección. Escríbelo en algún lugar visible para ti y tenlo presente todos los días.
  • Haz cambios pequeños Identifica aquellas metas que quieres lograr, que van de la mano con lo que es importante en tu vida, y comienza a acercarte a ellas poco a poco. Por ejemplo: si quieres tener una vida saludable y tu meta es hacer ejercicio de forma regular, comienza poniéndote una meta corta como hacer ejercicio 2 a 3 veces por semana y por un corto tiempo en lugar de frecuencias y tiempos prolongados.
  • Aprende a reconocer las barreras internas: Es normal sentir miedo ante lo desconocido. Reconocer aquello que sentimos o pensamos ante una situación nueva o diferente nos permitirá lidiar mejor con la situación.
  • Sé amable contigo mismo: Hacer cambios puede ser una tarea complicada y habrá momentos en los que sintamos que nos puede costar más de la cuenta. Por ello, recuerda que a pesar de lo difícil que pueda ser estás tratando de hacer tu mejor esfuerzo, que es natural que nos cueste, pero que hay cosas que son lo suficientemente importantes en nuestra vida que valen el esfuerzo. 
  • Despierta tu curiosidad: Date un espacio para conocerte, para explorar aquello que te agrada y lo que no. Crecer implica aprender, y la mejor manera de hacerlo es en base a la experiencia.

Bibliografía:

  1. ¿Cómo salir de tu zona de confort? 7 claves para lograrlo. (2015, 10 de octubre). Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/coach/salir-zona-de-confort-claves
  2. How to leave your comfort zone and enter your “growth zone”. (2022, 23 de julio). Positive Psychology. https://positivepsychology.com/comfort-zone/