La Navidad es un momento del año que suele ir acompañado de una gran carga emocional. La alegría, el amor, o sentimientos como la solidaridad, unión y esperanza son los más asociados a esta fecha; sin embargo, ¿son estos los únicos?, ¿es malo experimentar emociones como tristeza, ansiedad, vergüenza, frustración en estas fechas?
Navidad y contexto de vida
Desde que éramos pequeños nuestro entorno, familia, escuela, sociedad en general, ha marcado esta fecha como un momento mágico, de ilusión con los regalos, de unión con la familia, de paz y tranquilidad por los días libres, feriados o vacaciones, situaciones que sobre el papel son agradables y que, si las hemos vivido así, han ayudado a reforzar esta idea inicial de Navidad como una fecha divertida y esperada.
No obstante, esta época del año también puede ser para muchas personas un momento sumamente complicado. Y es que hay personas que pueden estar lidiando con la pérdida de un ser querido, no son aceptadas por su familia, tienen preocupaciones fuertes a nivel laboral o económico, o simplemente no están pasando por un buen momento. Para estas y muchas personas la Navidad puede ser un momento amargo, triste y de dolor.
La realidad nos demuestra que es completamente normal que podamos sentirnos tristes, frustrados, con miedo, al igual que alegres o emocionados, y que no existe una regla que nos diga que tenemos que estar felices en esta fecha.
Un espacio para sentir
Si no nos damos un espacio para sentir lo que realmente estamos sintiendo, si no nos permitimos ser nosotros mismos tan solo para “encajar”, lo único que vamos a hacer es prolongar nuestro sufrimiento, y no disfrutaremos nuestra vida y todo lo que esta nos ofrece.
Por ello, aprendamos a tomar esta fecha de Navidad como un espacio para poder estar en contacto con nosotros mismos, con nuestras emociones, con lo que es importante para nosotros, y así comenzar a cuidar nuestra salud mental mientras disfrutamos de la vida.
A continuación, te brindamos una serie de recomendaciones para poder afrontar esta fecha del año de una forma más saludable:
Recuerda, no tenemos que “estar felices” en Navidad, pero sí podemos aprender a conectar con nosotros mismos, con lo que es importante en nuestra vida y dirigir nuestras acciones hacia ello.