El suicidio: Un problema que tiene solución

En algún momento de nuestras vidas, todas las personas enfrentaremos una o varias situaciones difíciles que nos impactarán emocionalmente de forma muy intensa. Es posible que experimentemos un impacto que en ese momento nos haga sentir que no tenemos ganas de seguir avanzando y que solo deseamos rendirnos. No obstante, dependiendo del contexto en el que nos toque vivir esa situación, es probable que la superemos con mayor o menor grado de éxito.

Lamentablemente, esto no siempre evoluciona de la misma manera para todas las personas, no porque la persona no quiera salir de dicha situación, sino porque el contexto en el que se desarrolló el problema o la dificultad la hace parecer insuperable o irremediable, llevando a las personas a considerar que la única forma de evitar este sufrimiento es a través de la muerte, es decir, el suicidio.

Entendiendo el suicidio

El suicidio es el acto consumado que resulta en la muerte de la persona; sin embargo, es un fenómeno complejo que va más allá de eso. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, podríamos mencionar que es un problema de salud mental que afecta a miles de personas en el mundo, alrededor de 700 000 suicidios consumados al año. Sin embargo, algo igual de alarmante es que los intentos que no culminan en la muerte de la persona pueden llegar a ser cifras 10 a 20 veces superiores.

La realidad es que, más allá de las cifras, que definitivamente son importantes, debemos entender el suicidio como un fenómeno complejo, un llamado de auxilio de una persona que está sufriendo una situación sumamente difícil, que no quiere morir, pero desea que el dolor pare y ve en el acto suicida una posible solución para conseguirlo. El problema radica en que, aunque el suicidio pueda parecer ser una solución, en realidad es una respuesta definitiva a un problema temporal.

Prevención del suicidio

A todas luces, el suicidio es un grave problema que afecta la salud pública. Sin embargo, como todo problema, tiene una solución, y es que el suicidio puede prevenirse. Por ello, es importante que todos nosotros, como comunidad, podamos conocer acerca de esta realidad y disponer de mejores herramientas para identificar las señales, así como los posibles factores de riesgo y protección que pueden ayudar a prevenir la conducta suicida.

A continuación, identifiquemos algunos de estos:

  • Factores de riesgo: intentos de suicidio previos, historia de suicidio en la familia, consumo de sustancias, historia de trauma o abuso, bullying, enfermedades crónicas, aislamiento social, acceso a medios letales, presencia de trastornos mentales del estado de ánimo.
  • Factores de protección: cuidado de la salud mental, acceso a una red de apoyo, lazos fuertes con la familia, amigos o comunidad, habilidades para resolución de problemas y manejo de conflictos.
  • Señales de alerta del suicidio: hablar o escribir frecuentemente acerca de la muerte, de morir o del suicidio; hacer comentarios acerca de sentirse desesperanzado, inútil o indefenso; aumentar el consumo de alcohol u otras sustancias; alejarse de los amigos, familia y comunidad; presentar comportamientos temerarios o impulsivos; hablar sobre sentirse atrapado o ser una carga para los demás.

¿Qué más podemos hacer?

Si conoces a alguien que está pasando por una crisis, puedes tener en cuenta estos cinco pasos recomendados por The National Action Alliance for Suicide Prevention and the 988 Suicide & Crisis Lifeline:

  1. Preguntar: Pregúntale a esa persona si está pensando en cometer suicidio. Es importante escuchar, mostrar una actitud comprensiva, interesada y libre de críticas, ofreciendo ayuda, pero sin hacer falsas promesas. 
  2. Estar presente: Ya sea física o virtualmente el estar presente es una forma de mostrar apoyo a la persona en riesgo. Escúchala atentamente y reconoce su sentir sin juzgarla.
  3. Mantenlo seguro: Restringe el acceso a los medios que puedan ser potencialmente letales para la persona.
  4. Ayúdalo a conectarse: Contáctalo con su red de apoyo y con los centros de salud u organizaciones especializadas ante este tipo de casos.
  5. Dar seguimiento: Mantenerse conectado con la persona después de la crisis y después de que haya recibido ayuda profesional, puede hacer una gran diferencia.

 

Bibliografía:

  1. American Psychiatric Association (febrero de 2023). Suicide Prevention. https://www.psychiatry.org/patients-families/suicide-prevention
  2. Echeburúa, Enrique. (2015). Las múltiples caras del suicidio en la clínica psicológica. Terapia psicológica, 33(2), 117-126. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-48082015000200006
  3. National Institute of Mental Health. (s.f.). Suicide Prevention. Recuperado el 4 de septiembre de 2023, de https://www.nimh.nih.gov/health/topics/suicide-prevention
  4. Organización Mundial de la Salud (28 de agosto de 2023). Suicide. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/suicide
  5. The National Action Alliance for Suicide Prevention and the 988 Suicide & Crisis Lifeline. (s.f.). HOW AND WHY THE 5 STEPS CAN HELP. Recuperado el 4 de septiembre de 2023, de https://www.bethe1to.com/bethe1to-steps-evidence/