¿Recuerdas la vez que tuviste que presenciar un penal decisivo a favor de tu equipo de fútbol, el desenlace de una carrera muy reñida, el match point en un juego de Grand Slam o los últimos segundos de un quinto set de tu equipo favorito de voleibol? ¿Recuerdas cómo te sentiste? ¿Cómo la tensión aumentaba a medida que se desarrollaba ese momento decisivo?
Ahora, imagina cómo debieron sentirse los deportistas que competían en ese preciso momento: las emociones que experimentaban, los pensamientos que surgieron sobre sí mismos y sobre lo que esperaban los demás, las expectativas de sus compañeros de equipo y de quienes seguían sus acciones con algún interés en particular.
Los deportistas que practican a un nivel competitivo no solo enfrentan a sus rivales, sino también a factores internos y externos que, de no ser gestionados adecuadamente, pueden afectar su rendimiento, convirtiendo muchas veces a la mente en uno de los rivales más difíciles.
La psicología y el deporte
En los últimos años, la práctica deportiva de alto rendimiento no solo se ha centrado en mejorar las capacidades físicas de los deportistas, incrementando la brecha entre el nivel amateur y el profesional, sino también en desarrollar su capacidad de gestión emocional.
Existen diversas variables psicológicas que influyen en el ámbito del deporte, como el estrés, la ansiedad, la motivación, los estados emocionales, la atención, la autoconfianza y la resiliencia. Estas pueden hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso.
A pesar del talento, la experiencia y la dedicación, un deportista sigue siendo un ser humano con emociones, que puede sentir temores o ansiedad ante un juego importante, frustración por una decisión en su contra o desmotivación cuando las cosas no salen como esperaba. Aunque estas emociones son inevitables, es posible dotar a los atletas de herramientas psicológicas para enfrentar estos escenarios, mejorando no solo su rendimiento, sino también su salud mental.
Impacto en el rendimiento deportivo
Diversos estudios han demostrado que niveles medios y bajos de ansiedad pueden tener un impacto positivo en el rendimiento deportivo, a diferencia de niveles elevados. También se ha observado que los atletas con altos niveles de autoconfianza y buena gestión del estrés tienden a mostrar un mejor desempeño.
Asimismo, investigaciones recientes sugieren que los deportistas que intentan controlar sus emociones y pensamientos durante una competencia tienden a rendir peor que aquellos que aceptan sus emociones, se enfocan en el presente y ejecutan sus habilidades de manera automática.
Herramientas psicológicas en el deporte
¿Cómo se puede trabajar el aspecto psicológico para mejorar el rendimiento deportivo? Tanto los atletas de alto rendimiento como los principiantes pueden desarrollar habilidades que influyan positivamente en su desempeño.
A continuación, se presentan algunas habilidades y recomendaciones para comenzar a practicarlas:
Referencias bibliográficas: