El vínculo de una madre y un padre con su bebé se va construyendo desde el embarazo, y el cuidado y amor que le brindemos no solo tendrá impacto en su desarrollo físico, puesto que más del 80% del cerebro del bebé se forma antes de los tres años de vida, sino que contribuirá a su desarrollo socioemocional.
Y es que, en los primeros meses de vida de un bebe, la relación de afecto que se desarrollará con los cuidadores no solo permitirá que se satisfagan las necesidades fisiológicas básicas, sino que además contribuirá a la construcción de un espacio que sentará las bases para la formación de la personalidad del infante, su capacidad para adaptarse al medio y la forma en cómo se relacionará con los demás. Es por eso por lo que, como madre y padre, debemos de orientar nuestros esfuerzos a construir una relación de apego saludable.
¿Qué es el apego?
Es un vínculo afectivo que se va construyendo entre el niño y las personas que lo cuidan, principalmente las figuras como la mamá y el papá. A medida que esta relación se va desarrollando se sientan las bases para el desarrollo emocional, así como de sentimientos de seguridad y de confianza en uno mismo y en los demás. De esta forma el apego va asegurando el cuidado como también el desarrollo psicológico, contribuyendo a la formación de la personalidad.
¿Cómo fomentar un apego saludable?
El construir un apego saludable es un proceso constante y se da en cada acción que realizan los cuidadores con el niño. Un apego saludable se caracteriza en que el infante sabe que sus necesidades serán satisfechas por los progenitores, por ejemplo, aprenderá a que cuando lloré o esté triste tendrá a alguien que lo confortará y cuidará.
No obstante, existe también un estilo de apego que puede ser contraproducente para el infante, este es el apego inseguro y tiende a darse cuando los progenitores no actúan adecuadamente, pues están poco presentes en la relación con el niño, se muestran poco sensibles a sus necesidades o cuando hay violencia en la relación.
Es por eso por lo que aquí detallamos algunas pautas para el desarrollo de un apego saludable:
Bibliografía