Escucha activa: la clave de la comunicación


En estos tiempos de incertidumbre y vulnerabilidad nos sucede a menudo que nuestra atención está enfocada en otros asuntos aparte de lo que estamos haciendo. Esto ocasiona que a veces tengamos dificultad para atender a un solo estímulo o recordar algo que nos dijeron hace poco. Por ejemplo, solemos preguntarnos: “¿Qué fue lo que me dijo?”, “perdón, no te escuché, estaba distraída/o”, “¿Qué tenía que hacer ahora?”

Muchas veces cuando tenemos estos problemas se debe a una falta de escuchar activamente al otro. Y es que oír es el proceso sensorial que todos tenemos, pero escuchar activamente es otro asunto; implica un esfuerzo, disposición cognitiva, psicológica y conductual de querer saber qué es lo que el otro nos tiene por decir. Muchas veces escuchamos para saber qué responder, pero escuchar activamente significa escuchar para comprender el punto de vista del otro.

¿A qué nos referimos con escucha activa?

La escucha activa es un proceso psicológico que implica varias funciones cognitivas, como la percepción, la atención y la memoria. Asimismo, implica el uso de capacidades emocionales como la empatía para poder sintonizar con las emociones e ideas de otros. Implica reconocer lo que el otro comunica como válido, comprender y aceptar su punto de vista y dar feedback tanto de manera verbal como no verbal.

La escucha activa es una herramienta útil para desenvolvernos en distintos ámbitos con mayor éxito, como en el trabajo, en la escuela y en nuestras relaciones personales. Ahora que estamos viviendo un momento difícil y nuestra atención se suele desviar cuando tenemos problemas es cuando más necesitamos poner en práctica esta habilidad para que no afecte negativamente nuestra vida.

Por eso, hoy te dejamos algunas sugerencias para entrenar tu capacidad de escucha activa en tus conversaciones cotidianas:

  • Mantener contacto visual: con la otra persona, muestra interés y sinceridad.
  • Usar gestos corporales: asentir con la cabeza, abrir los brazos, orientar nuestro cuerpo hacia la persona con la que estamos hablando son señales del cuerpo de que estamos interesados en conversar con el otro.
  • Decir palabras de refuerzo: otra clave de la comunicación es que la persona que habla se sienta cómoda y confiada al expresarse. Para eso podemos utilizar algunas frases que lo motiven como “entiendo lo que sientes”, “veo que eres muy bueno en…”, “me gusta cuando dices…”, o también algunos sonidos de acuerdo como “mmm”, “ah ya”, “ya veo”.
  • Parafrasear: para asegurarnos que hemos entendido alguna indicación o explicación podemos volver a decirlo con nuestras propias palabras y preguntar a la persona: “Déjame ver si te he entendido”, o “¿Es esto lo que me quisiste decir?”.
  • Hacer preguntas: imagina que la otra persona es un experto en el tema que esté hablando, ya sea una conversación entre amigos o entre colegas y realicemos preguntas para obtener más información y profundizar sobre lo que nos está contando. Esto demostrará que tienes interés en la persona.

 

Bibliografía:

  1. García-Allen, J. (s.f.). Escucha activa: la clave para comunicarse con los demás. Psicología y mente. 28 de abril de 2021. https://psicologiaymente.com/social/escucha-activa-oir