Autoeficacia: el arte de sortear hábilmente los obstáculos


Alguna vez te has preguntado ¿por qué algunas personas muestran mayor disposición para enfrentar los obstáculos, mientras que otras tienden a rendirse más fácilmente?

Esto tiene que ver con el grado de confianza que tiene la persona respecto a sus habilidades para enfrentar una tarea específica, tiene que ver con lo que denominamos autoeficacia.

La autoeficacia es la creencia que tenemos sobre nuestras propias capacidades para hacerle frente a los diversos obstáculos o situaciones que se nos puedan presentar. Estas creencias son determinantes en cómo nos sentimos, nuestra actitud y comportamiento para alcanzar las metas u objetivos propuestos.

¿Cómo identificar mi nivel de autoeficacia?

Cada uno de nosotros puede haber desarrollado un nivel de autoeficacia distinto a lo largo de nuestra vida; no obstante, la diferencia principal entre una persona con alta o baja autoeficacia se evidencia en la forma de afrontar los problemas. Una persona con alta autoeficacia percibe los mismos como retos a superar y considera sus errores; mientras que, la persona con una baja autoeficacia tiende a percibir sus errores como algo personal, alimentando su creencia de que no podrá resolver ni soportar las dificultades que se le presenten.

¿Qué podemos hacer para potenciarla?

El desarrollo de la autoeficacia no está determinado a una edad específica, por eso podemos seguir cultivándola a lo largo de nuestra vida.

A continuación, te presentamos las siguientes recomendaciones que contribuirán a dicha tarea:

  • Hagamos un análisis personal: A veces no nos damos tiempo para conocernos, por eso, el hacer una lista de nuestras habilidades, virtudes, logros, así como de los aspectos que podemos mejorar, nos ayudarán a tener un panorama más completo sobre nosotros mismos y hacer cambios significativos en nuestra vida.
  • Observemos nuestros pensamientos: Nuestra mente siempre está pensando, sin embargo, a veces nos fusionamos con nuestros pensamientos, los cuales no necesariamente se ajustan a la realidad y nos lleva a decirnos cosas como: “no tengo habilidades”, “no puedo cometer errores nunca”, “nunca lo conseguiré”, etc. Es importante darnos cuenta de estos pensamientos, así como verificar la veracidad y utilidad de estos. “¿Es realmente cierto esto que estoy pensando?”, “el que cometa un error no quiere decir que no valga para nada”, “con esfuerzo podré conseguir lo que me propongo”, etc.
  • Identifiquemos nuestros objetivos o metas: El proponernos objetivos a corto plazo es tan valioso como los que son de larga data. Comenzar por pequeños pasos nos permitirá ver nuestros avances y darnos cuenta de que somos capaces de acercarnos a lo que deseamos.

Recordemos que… la autoeficacia juega un papel importante en nuestras vidas y no se trata de que no cometamos errores, sino en tener la confianza en nosotros mismos y en nuestras habilidades para superar los obstáculos que se nos puedan presentar. ¡Aprendamos a confiar más en nosotros mismos!

 

Referencias bibliográficas:

  1. Rodríguez, E. (2020). ¿Qué es la autoeficacia? La mente es maravillosa. Publicado el 4 de febrero del 2020. Recuperado de: https://psicologiaymente.com/psicologia/autoeficacia-albert-bandura
  2. García Cerdán, A. (2017). Autoeficacia: Qué es, y cómo aprender a creer en ti mismo. Publicado el 9 de enero del 2017. Recuperado de: https://blog.cognifit.com/es/autoeficacia/