Una buena política de nutrición favorece el desarrollo social y económico del país

  • Con éxito se realizó el VII Congreso Internacional de Nutrición, Alimentación y Dietética. Nutricionistas del Bicentenario.

 

Una buena política de alimentación, prevención y promoción son la clave para luchar contra dos de los principales problemas de salud en los países de América Latina, la malnutrición y el sobrepeso, que son causantes del 75% de muertes en la región.

Así lo explicó la licenciada Margot Chávez, decana del Consejo Regional IV – CNP, durante el “VII Congreso Internacional de Nutrición, Alimentación y Dietética. Nutricionistas del Bicentenario”, organizado por el Consejo Regional IV del Colegio de Nutricionistas del Perú y la Universidad San Ignacio de Loyola en el marco del Día del Nutricionista Peruano.

Chávez señaló que una buena alimentación es pilar fundamental para prevenir enfermedades que afectan no solo al paciente, sino a las entidades públicas con los gastos económicos que se generan.

“A los economistas les cuesta entender que tener índices negativos de nutrición, salud y servicios básicos, disminuyen el crecimiento potencial de un país”, indicó.

En nuestro país, la desnutrición crónica en menores de cinco años pasó de 14.4% en 2015 a 12.1% en 2020, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar, siendo el área rural la más afectada con el 24.7% de su población, en comparación con la zona urbana (7.2%).

Para continuar reduciendo estos indicadores, la solución no está solo en crear centros de salud, sino en la prevención y promoción de una buena alimentación mediante la educación, sostuvo la decana.

Por su parte, Luciana de la Fuente, doctora en nutrición y alimentos y presidenta ejecutiva de la USIL, precisó la importancia de contar con una política pública con base a los Objetivos de Desarrollo Sostenible: seguridad alimentaria y hambre cero, que permita articular esfuerzos para paliar el hambre y enfrentar la desnutrición y la anemia.

Así como promover la difusión de guías alimentarias, diseñar programas de protección social para los sectores nutricionalmente vulnerables, impulsar una alimentación variada y el acceso a micronutrientes como política educativa transversal.

Las especialistas coincidieron en señalar la importancia de una estrategia que dote a la población de adecuados servicios de agua, saneamiento e higiene.

Cabe resaltar que en mayo del presente año el pleno del Congreso aprobó la Ley 4090, Ley del Ejercicio Profesional del Nutricionista, que considera al nutricionista como parte del equipo básico de Salud.

El dato:

Nuestro país cuenta con 8 mil nutricionistas para más de 30 millones de personas.